Mtnez Tornel - Las criadas


1908.- Las criadas

La mayor parte de las jóvenes que prestan en esta ciudad el servicio doméstico, están unidas a las familias por algún otro vínculo que el del contrato bilateral do ut facias. Muchas son hijas de arrendatarios pobres, otras de la lavandera, otras sobrinas del ama del niño; y casi todas han entrado a servir porque se ha solicitado por uno u otro medio. En pocos casos, siendo la criada huertana, que es la que constituye el tipo, ha pedido ella la colocación. De aquí que casi todas ellas tengan su arbullo y  su ese[i] y se crean hasta cierto punto que hacen un favor en servirnos. Pero como a la vez son sencillas, humildes y cristianas y aceptan su suerte como destino providencial, resultan dignas y serviciales.
La criada murciana es un tipo medio entre la zafia gallega y la escolismada doncella: sirve, si es preciso, para ir a lavar un capazo de ropa, y no le faltan delicadezas para un peinado ni para dar toques atinados a la toilette de la señorita.
Casas modestas hay en las que la criada lo hace todo: ir a la plaza, cocinar, servir la mesa,
Fregar, barrer, hacer las camas, planchar, llevar los niños a la escuela y puntear la ropa. Todo ello por diez pesetas mensuales a lo sumo; sin faltar en nada y teniendo la casa como los chorros del oro. Estas así, tienen aún otras cosas mejores: que se identifican con las familias, que sufren con ellos sus dueños y participan de sus alegrías y que quieren mucho a los niños. ¡Oh, criada fiel, ejemplar y única! ¡Dios te bendiga y te dé un novio digno de tí para que puedas pasear orgullosa con él los domingos por la tarde en la Glorieta! Porque a esto es a lo que no renuncia, salvo cuando hay algún enfermo en la casa, que entonces se contenta con salir a la puerta o asomarse por un balcón y decirle a su novio:
-Hoy no puedo. Tengo un niño enfermo. Ven el domingo, a ver si quiere Dios.
En circunstancias normales, la criada que ha de salir el domingo por la tarde, lleva los oficios adelantados desde por la mañana, desde la hora del chocolate. Al mediodía, la sopa está en la mesa a la hora en punto, aunque no se haya sentado ninguno de la familia; y con decir "que se enfría” los empuja a todos insensiblemente. A la sopa sigue el cocido, y a este el principio, sin perder un minuto, y últimamente aparece el café humeante, antes que hayan terminado con los postres. Y apenas terminado el café, ya está la mesa limpia, y enseguida se oye en la cocina un ruido terrible de platos. El caso es que a las dos o dos y media, ya está la criada emperejilada con todo lo nuevo que tiene, peinada y con muchas flores en la cabeza, apareciendo por el comedor
y diciendo:
-Si la señorita no me necesita para nada, con su permiso me voy a dar una vuelta.
Y allá va lo bueno; por la calle abajo, pisando fuerte, derecha, con la cabeza erguida, rebosante de salud, de felicidad y de alegría. ¿A qué reina, ni a que princesa envidaría esa joven ahora mismo? ¿Qué oro ni qué moro le podían ofrecer a ella, para que renunciara a la cita que tiene con su novio en sitio tan público como la Glorieta?
Dicen algunos que todas estas cosas las hace a la fuerza instintiva del crescite et muitiplicamini; pero yo creo que estas supremas felicidades de la ilusión, estos goces de verse, de hablar y de estar juntos los que se quieren, como son goces ideales, son obra de Dios, que los ha prodigado entre los humildes, más y más que entre 1os grandes y poderosos.
 El domingo para las criadas de servicio que tienen novio, y casi todas lo tienen, es un día de paraíso, de edén. Aunque lo pasen en un banco de la Glorieta, frío o quemante según Ia estación, y a la sombra de alguno de aquellos desmedrados naranjos; para ellas que están en la confluencia de los ríos que fueron testigos de cómo se amaron Adán y Eva en los breves días de su inocencia.



[i] Su ese: su aquel; algo exclusivo y gracioso. 
“el garbo, la sal y el ese/ de la robusta huertana,” versos de Frutos Baeza en “El último panocho”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los Ratones Coloraos

Primera poesía murciana, "Poesía mursí".

Pedro "Cantares", "Bando platicao"